La festividad local por el aniversario del bautismo de Miguel de Cervantes ha tenido como broche de oro, un año más, una ceremonia donde Ana Rosa Quintana ha sido protagonista de los Premios Ciudad de Alcalá, galardonada con el Premio de las Artes y las Letras.
En un Teatro Salón Cervantes abarrotado, la gala de entrega ha estado presidida por la alcaldesa, Judith Piquet, acompañada por el director general de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, Bartolomé González; el director para las Artes y Cultura de la Universidad de Alcalá, José Raúl Fernández del Castillo; el concejal de Cultura, Santiago Alonso; y el hijo de Arsenio Lope Huerta, Iván Lope. También han estado presentes la práctica totalidad del equipo de Gobierno y representantes de los grupos políticos municipales.
En el escenario del coliseo de la calle Cervantes, arropada por el resto de galardonados en esta 55 edición de los Premios Ciudad de Alcalá, Quintana ha recibido de manos de la alcaldesa el premio, en reconocimiento a su exitosa carrera como “periodista de raza, profesional pionera y personalidad brillante en el mundo de la comunicación en España”, en palabras de Piquet.
La comunicadora ha dicho sentirse muy honrada “por formar parte de la gran familia de las artes y las letras de la ciudad de Alcalá de Henares”, aunque ha reconocido que más bien se considera “una juglar en el siglo XXI, porque la obligación del periodismo en la actualidad es ser críticos y jugar con la ironía”.
Quintana también ha confesado que “he cometido errores y no siempre he acertado”, pero “he tenido claro mi compromiso con los más desfavorecidos y los más necesitados, y lo he hecho con absoluta libertad y buscando la verdad a lo largo de toda mi carrera”.
Una trayectoria a la que ha pasado revista en su discurso la alcaldesa, recordando que “primero se hizo un hueco en aquellos espacios y contenidos mediáticos que hasta entonces se creían concebidos solo para los hombres. Y más tarde encabezó programas y franjas donde nunca antes una periodista había ejercido el liderazgo”. “Y todo ello -ha añadido Piquet-, con un estilo sencillo, claro y empático; con una sensibilidad especial por los temas sociales, y con un compromiso único con el pluralismo”.
“Es un honor inmenso, por tanto, unir el nombre de los premios Ciudad de Alcalá a una periodista valiente como tú al servicio de una sociedad más justa, más emprendedora, más crítica, más humana y más libre”, ha apostillado la alcaldesa, que también ha querido subrayar la larga trayectoria de los Premios Ciudad de Alcalá, como el mejor ejemplo de “la devoción y la sensibilidad con la que alcalaínos vienen impulsando desde hace más de medio siglo estos reconocimientos al talento en la creación artística, la investigación, la comunicación, la protección del patrimonio histórico o el civismo”.
En una gala conducida por el periodista y presentador de Televisión Española, Moisés Rodríguez, que contó además con la música en vivo de la cantante Pilar Astudillo acompañada por Carlitos Chacal al piano, el cuadro de honor de esta edición 55 de los Ciudad de Alcalá se ha completado con los siguientes nombres: Álvaro Carbonell Cerdá ha recibido el premio como ganador en Poesía; Sergio Marrodán Montiel, en Narrativa; Isabel Ojeda y Ramiro Picos, en Periodismo; Jorge Isla, en Artes Visuales; Mauro Curti, en Fotografía; el Colegio Calasanz, en Arquitectura; y la Asamblea Comarcal de Cruz Roja, en Valores Cívicos. Todos recibieron el trofeo acreditativo del premio, diseño exclusivo del escultor alcalaíno Jorge Varas.
La literatura premiada
El capítulo literario incluye los premios con más solera dentro de los Ciudad de Alcalá. El poeta Álvaro Carbonell (Alicante, 1990) ha conquistado el galardón con su poemario Cosas que no se fueron a ninguna parte, del que el jurado ha valorado “su temática muy original y variada, incluyendo temas políticos, vivencias y recuerdos personales”.
De Bajo el sol de medianoche, la novela con la que Sergio Marrodán, escritor afincado en La Rioja, ha conseguido el premio de Narrativa, el jurado ha destacado su “sentido del ritmo, el gusto literario y un gran respeto por las vidas individuales que se ven arrolladas por el peso de la historia”. Con el telón de fondo del estallido de la Guerra Civil, la obra relata la peripecia amorosa, vital y, a su pesar, heroica de un adolescente.
Por ser “un reportaje sobre investigación literaria de alto nivel que pone en valor nuestro patrimonio cultural”, el jurado del Premio de Periodismo ‘Manuel Azaña’ otorgó el reconocimiento a la periodista Isabel Ojeda y al realizador Ramiro Picos de Televisión Española por ‘Lo que Lope aún esconde’, una pieza emitida en vísperas del pasado 23 de abril, Día del Libro, en el prestigioso programa informativo ‘Informe Semanal’.
Su director, José Carlos Gallardo, ha acompañado en la gala a los autores del reportaje premiado, que muestra cómo las técnicas de investigación forense y la Inteligencia Artificial pueden resultar cruciales para autentificar obras literarias de grandes nombres de nuestras letras, como es el caso de Lope de Vega. El reportaje, que contó con más de 2 millones de espectadores, se grabó en parte en el Corral de Comedias de Alcalá, por ser el único espacio escénico que ha llegado hasta nuestros días donde se tiene constancia de que se representaron las obras del Fénix de los Ingenios.
Gallardo ha agradecido el premio y ha aprovechando para reivindicar, “en estos tiempos de información líquida y de exceso de ruido”, un periodismo “sosegado, de contexto y consagrado al servicio público”.
Pintura y fotografía
En el bloque de las artes plásticas y gráficas, Jorge Isla (Huesca, 1992) se ha llevado el galardón de Artes Visuales con su obra ‘La reflet’. “La singularidad y originalidad” ha sido ensalzada en el trabajo de este artista, radicado actualmente en Bilbao, que a partir de un collage de pantallas de móvil rotas y agrietadas expone y, a la vez, interpela al espectador sobre la incomunicación y el agujero negro digital que existe detrás de la sobreabundancia de pantallas. Un trabajo que, según el artista, ha tenido mucho de reciclado de materiales, para que sirva asimismo “de toma de conciencia para aprovechar los desechos, porque pueden servir incluso para generar un discurso artístico como es este caso”.
En fotografía, el premiado ha sido el fotoperiodista italiano Mauro Curti, con su serie ‘Riturné’. En ella documenta gráficamente el regreso a su tierra natal en la provincia de Cuneo, perteneciente a la región del Piamonte, tras varios años de ausencia por sus trabajos y estancias en Argentina y otros países de Europa. Lugares, paisanos, oficios y creencias desfilan en esta impactante galería de fotografía documental.
Premios alcalaínos
Una edición más los Ciudad de Alcalá también han contado con protagonismo local. Así, el premio de Arquitectura ha sido concedido al Colegio Calasanz por la rehabilitación de la escalera de Jean Laurent, una de las últimas joyas del patrimonio alcalaíno incorporada a los recursos culturales y turísticas de la ciudad.
La directora del centro, Ana María Palop, y el arquitecto responsable de obra, Carlos Clemente, han recogido el premio, que distingue tanto la labor de recuperación arquitectónica, desarrollada merced a una campaña de micromecenazgo, como a su difusión con visitas guiadas para todos los públicos.
Edificada en la segunda mitad del siglo XIX, esta escalera monumental recibe ese nombre porque está ubicada en el palacio barroco en el que el célebre fotógrafo francés Jean Laurent vivió entre 1863 y 1882, visitable ahora merced a la idea de que “es un patrimonio que quiere ser para todos”, en palabras de la directora del colegio.
Y con emotivo sabor local se ha hecho entrega también el premio Valores Cívicos que lleva el nombre del recordado alcalde Arsenio Lope Huerta a la Asamblea Comarcal de Cruz Roja por el 150 aniversario de su presencia y de su servicio social ininterrumpido en nuestra ciudad.
Iván Lope, en nombre de la familia Lope Huerta, ha sido el encargado de entregar el premio a Oscar Godoy Franco, presidente de la Asamblea Comarcal Corredor Henares Norte de Cruz Roja, que ha dado las gracias a todos los voluntarios, socios y colaboradores «por creer en nuestra misión y por no dejar de luchar por un mundo mejor y más humano”.