Juan Lobato tiene una cosa buena si se le compara con un buen número de progresistas. Juan Lobato tiene donde caerse muerto. Es inspector de hacienda, por lo que el lunes, cuando haya descansado de los sofocos de esta semana que le han llevado a dimitir de su cargo de Secretario General del PSOE de Madrid, podrá empezar a ganarse la vida de una manera más digna que acatando órdenes de la Moncloa y haciéndose apalear semanalmente por Isabel Díaz Ayuso. Eso es más, mucho más, que cantidad de políticos progresistas que se agarran al escaño porque esos sí que no tienen donde caerse muertos.
Está bien. Pero es lo único bueno que tiene Juan Lobato, porque por lo demás ha demostrado ser un hipócrita al lado del cual los fariseos eran tipos de fiar.
Lobato ahora nos cuenta que dimite porque está en desacuerdo con los golpes bajos y las patrañas ilegales utilizadas por la banda de Sánchez. Él no es así, nos dice. Él tiene otra idea de la política, afirma. Prueba de su pureza es su negativa a utilizar información ilícitamente filtrada para atacar a Ayuso a través del novio de esta.
¡Qué falso eres Lobato!
Tu negativa se debió únicamente al hecho de que sabías perfectamente que la utilización de dicha información te podía meter en un lío gordo. Un lío, no solamente porque sabías que hubieras cometido un acto ilegal sino también porque te olías que la Moncloa te estaba haciendo la cama. Por eso pediste que la información fuera publicada previamente en los medios. Entonces estarías legitimado para utilizarla contra Ayuso. Pero, Tartufín, también sabías que el hecho de salir previamente en los medios, no hacía que la filtración fuera legal. Lo que hiciste no fue negarte a utilizar una información ilegalmente obtenida, falseto. Esa información la utilizaste a sabiendas. Lo que hiciste fue cubrirte las espaldas, cuquín.
¡Nooo! Se defiende Lobato. Yo lo registré todo en el notario. Sí, listillo, lo registraste siete meses después de los hechos, cuando imputan al Fiscal General del Estado y se te ponen de corbata.
Qué mal andamos que nos vemos condenados a tratar cómo un héroe a un cobarde hipócrita porque es el único socialista que puede herir a la banda de Sánchez desde dentro. Lobato es igual de ruin que sus ex colegas. Lobato juega al mismo juego sucio que sus ex colegas. Lobato miente igual que sus ex colegas. Lobato es igual de tramposo que sus ex colegas. La única diferencia es que se ha querido cubrir las espaldas y le han pillado sus ex colegas. Esa pequeña traición ha sentado fatal en la banda de Sánchez.
Él está bien
Pero que sus ex colegas renieguen de él no hace de Lobato ni un santo ni un mártir. Sólo hace de él un torpe al que le han pillado. Que quede claro que todo lo que pueda hacer Lobato en contra del PSOE y de la Moncloa no es producto de su pureza de espíritu. Es producto de su torpeza y su cobardía.
Dicho esto, todo lo que pueda revelarle al juez y que pueda dañar a Sánchez será bienvenido. Venga Lobato, ánimo y a cantar, que con Aldama ya formáis un dúo. Dentro de poco tendremos al Orfeón Donostiarra. Con eso de que se acerca la Navidad.
El Circo Continúa…
José Luis Vilallonga
@JoseVilallonga