La atleta obtuvo este viernes en París su primera medalla en unos Juegos Paralímpicos al alcanzar el bronce en el salto de longitud T11 (para personas ciegas) con una marca de 4,76 metros. Este logro también representa la cuarta medalla para el Equipo Paralímpico Español.
A pesar de la lluvia en la capital francesa, la joven de 22 años llegó al Estadio Olímpico con gran motivación, acompañada por su llamador, Pedro Maroto, y su guía, Diego Folgado. Su primer salto de 4,76 metros le aseguró la tercera posición, quedando a solo seis centímetros de su mejor marca personal. En esta ronda, fue superada por la china Zhou, quien registró 4,91 metros, su mejor marca de la temporada, y por la uzbeka Asila Mirzayoroba, quien con un salto de 5,22 metros rompió el récord paralímpico de 5,07 metros establecido por la española Purificación Ortiz en Atlanta ’96.
Perteneciente al Equipo Generali de Promesas Paralímpicas de Atletismo, García Falagán tuvo un segundo intento nulo, y en su tercer salto no logró escuchar a su entrenador Pedro Maroto para ejecutar la batida a tiempo debido al ruido en el estadio. Posteriormente, tuvo que esperar para realizar su cuarto salto, que fue de 4,59 metros. Su quinto intento también resultó nulo, y en el sexto estuvo a punto de ser superada por la italiana Arjola Dedaj, quien con 4,75 metros quedó a solo un centímetro de distancia.
García Falagán calificó su medalla como conseguida «con mucho estrés». En declaraciones a los medios, explicó que «fue una competición muy tensa porque parecía que el salto nunca llegaba», pero se mostró satisfecha por haber alcanzado su objetivo de ganar una medalla. Añadió que, dadas las circunstancias, con el ruido, las interrupciones constantes y las condiciones climáticas, no podía pedir más. Rodeada del apoyo de su familia, amigos, su pareja y compañeras de equipo, la emoción se apoderó de ella al recibir la medalla en el podio.
Tras más de tres horas de competición, Alba comentó que se había quedado sin agua y, con hambre, tuvo que comer medio plátano, mientras su guía Diego no dejaba de animarla y de darle recomendaciones para mantenerse abrigada en medio del frío y la lluvia.
García Falagán, quien tiene amaurosis congénita de Leber, una enfermedad que afecta su visión, debutó en los Juegos de Tokio en las pruebas de velocidad, donde obtuvo un diploma paralímpico al quedar séptima en la final de los 200 metros lisos. En París, aún le queda por disputar la prueba de 100 metros lisos.