Todo lo que sabemos de la América precolombina es gracias a los cronistas españoles que acompañaron a los conquistadores y se interesaron por los pueblos indígenas, su historia, sus costumbres y sus lenguas. Gracias a esos relatos, los descendientes de Mexicas, Mayas, Incas y otros muchos pueblos han mantenido su identidad y conocen sus orígenes.
Las crónicas de los españoles hacen interesantes referencias a la familia Sheinbaum que debía de ser muy importante en el imperio Mexica. Por ejemplo hablan de un Cuauthémoc Sheinbaum gran sacerdote de Tlaloc. Cuentan que era tan bondadoso que desarrolló una extraordinaria destreza para arrancarles el corazón a los sacrificados sin que les doliera casi. También se refieren los relatos a Ácatl Sheinbaum, tesorero de Moctezuma, que se echó al monte al llegar Cortés. Desde entonces, y durante casi cuatrocientos años, los Sheinbaum siempre han liderado la resistencia contra el invasor genocida español, desde los barrancos de la Sierra Madre hasta las sombrías selvas de Chiapas. Por fin, toda esa dedicación a la defensa de los pueblos indígenas ha culminado en la elección de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México.
Los Sheinbaum son la mítica decimotercera tribu de Israel que se quedó enganchada en América cuando subió la marea. Se creía que solo era una leyenda, hasta que fue reencontrada con júbilo por algunos sefardíes que llegaron de extranjis con los conquistadores. Su cercanía con el poder Mexica demuestra cuan tolerantes eran los mexicanos originales, que desconocían el antisemitismo.
¿Les extraña esta historia? Normal, me la acabo de inventar. Pero cómo aquí cada uno se reinventa la historia según su ideología o sus intereses, pues yo también me apunto a la fiesta.
Bastante ridículo es ver a un nieto de santanderino hacerse el indio y atacar al Rey de España por su responsabilidad en el supuesto genocidio americano, pero ver a una ashkenazí de origen lituano y búlgaro unirse a esa lucha, ya es de… Circo.
A ver, querida Claudia, si tus abuelos paternos encontraron una tierra de acogida cuando huyeron del shtetl perseguidos por los cosacos, será porque alguien creó Hispano América. Si tus abuelos maternos pudieron escapar de los nazis será porque existía México. Y si existe México será gracias a alguien, digo yo. ¿Gracias a los españoles quizás? Yo no sé cómo se dice imbécil en Nahuatl pero en yiddish se dice shmuck. Esa palabra seguro que la conocían tus abuelos y seguro que no les hacía ninguna gracia tener a una shmuck en la familia, aunque llegase a presidenta de México. Una presidenta es una presidenta pero una shmuck es una shmuck, por muy presidenta que sea. Sorprende que una judía se apunte a la técnica del lloriqueo y de culpar al antecesor de su errores propios. A mi no me parece que Israel sea una nación muy dada al lloriqueo. Serán los siglos de aislamiento de los Sheinbaum en América que han modificado su carácter.
Hace muchos años tenía una amiga peruana. Solíamos discutir sobre el tema de la Conquista y ella siempre me reprochaba todo el daño que habíamos hecho los españoles a los americanos. Un día le di la razón y le dije que efectivamente habíamos sido muy crueles con sus hermanos cholos. “Oye, me contestó, que mi familia no es chola. Que somos de origen italiano”. Yo no sé si los españoles matamos a todos los indios, pero está claro que se nos escaparon muchos shmucks.
El Circo Continúa…
José Luis Vilallonga
@JoseVilallonga