- El poeta y dramaturgo Antonio Gala ha fallecido este domingo a los 92 años en Córdoba, según han informado a EFE fuentes cercanas a la familia.
Su familia y el Patronato de la Fundación Antonio Gala han mostrado su “profundo pesar” al comunicar el “fallecimiento de nuestro querido maestro y fundador Antonio Gala”, que se ha producido durante la madrugada de este 28 de mayo.
El Ayuntamiento de Alhaurín El Grande (Málaga) decretará tres días de luto oficial a partir del lunes por el fallecimiento del escritor, Hijo Adoptivo e Hijo Predilecto de la localidad a la que el poeta y dramaturgo definió como “el pueblo que yo soñé” y donde vivió.
Reyes y políticos recuerdan a Gala
Los reyes han recordado al escritor Antonio Gala y han dicho que es “la condición humana hecha poesía y la sensibilidad hecha palabra”.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho que “hemos perdido a uno de nuestros más grandes escritores. Antonio Gala supo capturar la sensibilidad humana a través de su narrativa, su poesía y su teatro”.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha recordado a Gala, “una voz literaria única y una personalidad desbordante”.
El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, también le ha mencionado: “descanse en paz, su obra queda para siempre”, mientras que la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha asegurado que el escritor “ejerció como andaluz universal”.
Capilla ardiente de Antonio Gala
La capilla ardiente se instalará en el salón de actos de la Fundación Antonio Gala y permanecerá abierta desde las 10 de la mañana hasta las cinco de la tarde de este lunes para que los ciudadanos que lo deseen puedan despedirse “del amigo, del escritor y del hombre, en la seguridad de que su obra y su legado perdurarán por siempre”.
Antonio Gala ha sido uno de los autores en español más leídos -y más reconocidos-, tanto dentro como fuera de España; un escritor, dramaturgo, poeta y ensayista de personalidad compleja, gran elegancia y vastísima cultura.
Nacido en Brazatortas (Ciudad Real) el 2 de octubre de 1936, Ángel Custodio Gala y Velasco, siempre se consideró cordobés de adopción al haber vivido gran parte de su vida en esta ciudad andaluza, que además tuvo un gran peso en su obra.
Precisamente la fundación que lleva su nombre tiene su sede en la antigua capital de los Omeyas.
Un niño precoz
Hijo de médico, Luis Gala Calvo, y de Adoración Velasco, fue un niño precoz. Contaba él que con solo cuatro años escribió su primer relato; con cinco, su primera pieza teatral y a los 14 años ofreció su primera conferencia en el Círculo de la Amistad de Córdoba.
Se licenció en Sevilla en Derecho y en Filosofía y Letras primero y, después, estudió Ciencias Políticas y Económicas en Madrid, donde además se doctoró en Derecho.
A aquella etapa universitaria pertenecen sus primeros poemas, que publicó en revistas. Y junto a amigos como Gloria Fuertes y Julio Mariscal, fundó las revistas “Aljibe” y “Arquero de Poesía”.
Tras abandonar una oposición a la abogacía del Estado, comenzó una etapa bohemia, en la que trabajó en distintos oficios para ganarse la vida.
En Madrid trabajaría como profesor de Historia del Arte y de Filosofía en varios colegios.
A pesar de acumular numerosos premios o distinciones, nunca recibió alguno de los considerados grandes premios de las letras españolas.
Miembro de honor en la Real Academia de Córdoba de Ciencias y de las Bellas Letras y Nobles Artes (2008), fue reconocido con el Premio de la Crítica, el Quijote de Oro 1972-73, el Premio Nacional de Guiones 1973, el Premio Medios Audiovisuales 1976, el Premio de las Letras Andaluzas 1989, el Max de Honor 2001 y el de Periodismo de la Asociación Pro Derechos Humanos, entre otros.
Galardonado con numerosos premios
Su primera obra poética, “Enemigo íntimo” (1959), ya fue reconocida con el Premio Adonais de Poesía. Le seguirían otras , como “Sonetos de la Zubia” (1981) “Poemas cordobeses” (1994), o “El poema de Tobías desangelado” (2005), al que el propio autor consideraba su “testamento literario”.
Tras vivir un año en Florencia, donde dirigió la galería La Borghese, de vuelta a España, inició su fructífera carrera teatral con “Los verdes campos del edén” (1963), que fue Premio Nacional de Teatro “Calderón de la Barca”.
Después vendrían “Los buenos días perdidos”, que ganó el Premio Nacional de Literatura 1972, “Anillos para una dama” (1973), “¿Por qué corres Ulises?” (1975), “Petra Regalada” (1980), “Samarkanda” (1985), “Carmen, Carmen” (1988) y “La truhana” (1992).
En 1990 publica su primera novela, “El manuscrito carmesí”, con la que ganó el Planeta.
Tras ella, publicó “La pasión turca” (1993) y “Más allá del jardín” (1995), ambas llevadas al cine, “La regla de tres” (1996); “Las afueras de Dios” (1999); “El pedestal de las estatuas” (2007) o “Los papeles de agua” (2009).
También fue un articulista prolífico, muchos de ellos, recogidos en libros como “Mis charlas con Troylo” (1981) -Premio César González Ruano de Periodismo-, o “La Tronera”, título de su columna de El Mundo desde 1992.
Gala escribió también guiones para TV como “Y al final esperanza” y para series como “Si las piedras hablaran” (1985) o “Paisaje con figuras” (1995) y hasta se atrevió con una ópera, “Cristóbal Colón”.