La presidenta de la Federación de Municipios de Madrid (FMM) y alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet, ha calificado la nueva tasa de residuos, que entrará en vigor en abril, como un «quebradero de cabeza». Ante esta situación, Piquet ha propuesto la reducción de otros impuestos para evitar que el coste de la tasa recaiga directamente en los vecinos.
En una entrevista concedida a Radio Nacional de España, la regidora complutense ha señalado que la normativa, que adapta una directiva europea, presenta varias ambigüedades. “Aunque la ley exige que la tasa se traslade a los vecinos y que no genere déficit, no establece claramente cómo cuantificarla ni qué valores aplicar”, ha criticado Piquet.
Cada municipio ha tratado de encontrar la fórmula más beneficiosa para sus ciudadanos, según la alcaldesa, quien puso de ejemplo a Alcalá de Henares, donde la tasa se cobrará junto al recibo del agua con el fin de minimizar el impacto económico. Además, para mitigar el efecto de la nueva carga, el Ayuntamiento ha optado por reducir impuestos como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y el de vehículos de tracción mecánica, lo que supondrá una merma de cinco millones de euros en la recaudación municipal.
Piquet también ha expresado su frustración ante la falta de respuesta por parte del Ministerio para la Transición Ecológica, responsable de la normativa. “Hemos solicitado numerosas reuniones, pero en lugar de aclarar el tema, nos hemos encontrado con silencio por parte del Ministerio”, lamentó.
En cuanto a la propuesta de algunos municipios, como Alcorcón, de crear un organismo supramunicipal para gestionar la tasa, la presidenta de la FMM ha señalado que estas cuestiones deberían haber sido contempladas por la ley, en lugar de delegarse en entidades locales. Además, recordó que ya existen mancomunidades para la gestión de servicios.
“La ley no especifica cómo se debe aplicar, solo nos exige cobrarla antes de abril de 2025. Sin criterios claros y sin apoyo del Gobierno, cada municipio se ve obligado a tomar decisiones diferentes”, concluyó Piquet.
La FMM tacha de quebradero de cabeza la caótica tasa de residuos y lanza un plan para reducir otros impuestos y evitar que el golpe recaiga en los vecinos.