El Atlético de Madrid volvió a recuperar la sonrisa al conseguir este lunes tres valiosos puntos de un feudo siempre complicado como Mestalla, donde batió por la mínima (0-1) a un Valencia voluntarioso, pero que demostró que necesita cuanto antes que se incorpore Edinson Cavani para paliar sus problemas arriba.
El veterano delantero uruguayo pudo comprobar desde la grada de su nuevo estadio las evoluciones del equipo por el que ha firmado por dos temporadas y que no pudo sacar nada positivo ante el primer candidato que le visitó. En un partido por momentos demasiado trabado, Antoine Griezmann, nada más salir al campo, dio la victoria a los visitantes, que aunque no dominaron, sí tuvieron ocasiones que se le resistieron a los locales.
El gol del francés desenredó para su equipo un partido que arrancó con mucho ritmo y demasiadas imprecisiones, sobre todo en el bando del Atlético, donde el ‘Cholo’ Simeone apostó por el músculo en detrimento de la creatividad con el estreno de Kondogbia junto a De Paul y Koke. Los locales salieron mejor y llevaron el dominio de inicio con ímpetu sobre todo por su costado derecho con Samu Castillejo y Correia, aunque sin demasiado éxito en cuanto a ocasiones.
El conjunto rojiblanco sí dio un primer aviso con una buena internada desde la derecha de Marcos Llorente, cuyo envío no pudo rematar adecuadamente Álvaro Morata. Poco después, Musah condujo ante cierta pasividad de la defensa rival y su potente disparo sorprendió a Oblak, pero el gol fue anulado por el VAR por una falta previa a Joao Felix.
El portugués fue el encargado de dar otro buen aviso visitante con un potente disparo que sacó Mamardashvili, mientras que la réplica local vino con un remate de Comert que se fue cerca del palo de Oblak. La roja retirada por el VAR a Correia por derribar a Morata cuando este se marchaba solo, aunque algo escorado, avivó aún más los ánimos en la grada antes del descanso que concluyó con los de Gattuso apretando, pero con el delantero de la selección gozando de la mejor ocasión y topándose en su mano a mano con el portero georgiano.
A SIMEONE LE FUNCIONAN LOS CAMBIOS
Simeone metió a Carrasco en lugar del amonestado Saúl para una segunda mitad donde el Valencia comenzó con más brío de nuevo y teniendo más el control del choque. El Atlético continuaba defendiéndose bien, pero era incapaz de enlazar una posesión larga, agobiado por la presión ‘che’ y pese a que el ritmo decaía, también en la animosa grada. Un flojo disparo de Samu Castillejo fue de lo más ‘destacado’ del primer cuarto de hora.
Para paliar esa poco mordiente ofensivo y buscar más fluidez, Simeone retiró el físico de Kondogbia y De Paul para introducir algo de más exquisitez y llegada con Lemar y Griezmann. Y en la primera que ambos tocaron la pelota, llegó el 0-1. El centrocampista robó, condujo y asistió al delantero, cuyo disparo tocó en Carlos Soler para dejar sin opciones a Mamardashvili.
El tanto favoreció a los rojiblancos, que empezaron a encontrar más espacios para lanzar sus contragolpes con su gente de refresco ante un Valencia que también buscaba soluciones con los cambios, sobre todo con la entrada de Maxi Gómez y de los jóvenes y debutantes Fran Pérez y Diego López. Mamardashvili dio una vida más a los suyos con dos paradas ante Carrasco y Griezmann y aunque los ‘che’ no se rindieron, les faltó lucidez en los metros finales para salvar al menos un punto.