- Las deleznables palabras del edil de ICxP pudieron ser escuchadas por los concejales y por los vecinos que seguían el pleno, motivo por el que exigimos una rectificación inmediata y disculpas públicas a todos los ciudadanos de Paracuellos.
Ciudadanos Paracuellos quiere expresar su absoluta condena a la actuación del concejal Jorge Gil, del partido Iniciativa Ciudadana por Paracuellos (ICxP), después de que este martes calificase de «gilipollas» al alcalde de Paracuellos de Jarama, Jorge Alberto Campos, y de que amenazase con darle «en toda la cara».
Los hechos ocurrieron este martes, durante uno de los recesos del pleno ordinario celebrado por vía telemática debido a la pandemia del COVID-19. Jorge Gil, creyendo que nadie le escuchaba y mientras enviaba una nota de voz con su teléfono móvil, profirió: «Es que le metía en toda la cara. Gilipollas. Qué listo, claro, como siempre tiene la última palabra… Pero este se va a enterar. Es que le voy a dar hasta en el cielo de la boca. Gilipollas».
Las palabras de Gil están fuera de los límites de la discrepancia política y entran directamente en la descalificación y la amenaza personal. Son absolutamente deleznables en democracia e impropias de una persona que pretende representar a los vecinos. Por todo ello, esperamos una rectificación inmediata y una disculpa pública a todos los paracuellenses.
Queremos recordar que no es la primera vez que el concejal de ICxP lanza insultos personales contra el alcalde de Paracuellos. Actitudes como la suya, toleradas por ICxP hasta el momento, enturbian la convivencia en Paracuellos. Gil y su partido deben plantearse, en definitiva, si es hora de poner fin a su papel en el Ayuntamiento y a esta actitud degradante para con la imagen del Consistorio y de nuestra ciudad.
Recordamos asimismo que el alcalde de Paracuellos ha denunciado en reiteradas ocasiones ante la Policía y la Guardia Civil amenazas graves contra su persona cometidas mediante anónimos o con perfiles falsos en redes sociales, por lo que consideramos que la actitud de Jorge Gil no hace más que dar alas a los energúmenos que las han proferido.