El Real Madrid sigue con su pleno de victorias en la temporada 2022/23 después de vencer al Celta de Vigo por 4-1 gracias al recital de Luka Modric, autor de un gol y una asistencia, en una noche donde los merengues no echaron de menos al brasileño Casemiro, que hizo las maletas hacia Manchester el pasado viernes.
La vida sigue igual para el equipo de Carlo Ancelotti, que suma por victorias todos sus partidos oficiales en este curso. En Liga ya son dos de dos para los blancos, que asaltaron Balaídos con la autoridad propia del vigente campeón, con más goles que méritos, pero con el revólver bien engrasado.
Fue la primera gran noche de Aurélien Tchouaméni, llamado a ser el sustituto de Casemiro, y también lo fue de Modric, que estuvo en todas las salsas. El croata fue decisivo para desnivelar el encuentro y para aumentar la ventaja en el segundo asalto. Un partido de manual que comenzó de la mejor manera para los madridistas.
Apenas habían transcurrido 10 minutos cuando una mano de Tapia, que tuvo que ser revisada por el VAR, se convirtió en penalti para el Real Madrid. Benzema no falló desde la línea de castigo y metió presión a un Celta que estuvo obligado a la reacción en el tramo posterior. Los pupilos del ‘Chacho’ Coudet ganaron en confianza en base a la posesión.
Y la misma ‘suerte’ con la mano de Tapia tuvo el Celta con una de Militao, que se enjuició sin necesidad del vídeo por el gesto de su cara. El árbitro señaló penalti y el capitán celeste, Iago Aspas, no desperdició la oportunidad pese a la intuición de Thibaut Courtois, que no estuvo lejos de detener el lanzamiento.
Foto: Publimetro