Pam debió de tener una infancia complicada. Al ver a Pam, es fácil imaginar que se reían de ella en el colegio. Es fácil imaginar que Pam debió sufrir muchos amores frustrados. Nadie quiere enrollarse con la payasa patosa de la clase. Pero no por gorda, sino por petarda. De ahí debe salir ese rencor que se le ve en los ojos a Pam. Décadas más tarde la vida le ha regalado a Pam la oportunidad de vengarse de todas las perrerías que le han hecho de pequeña. Por una serie de coincidencias y carambolas, Pam, que según toda lógica debería haber seguido siendo una tía coñazo anónima el resto de su vida, ha llegado a Secretaria de Estado. ¡Ahora se van a enterar todos esos cabrones que no supieron reconocer la valía de Pam! Pam se venga en los niños de hoy de lo que le hicieron los niños de ayer. Pam se la devuelve a todas las mujeres que no la incluyeron en sus corrillos de quinceañeras.
Estos son días de gloria para Pam. Pam aprovecha su reciente notoriedad para hablar y hablar y seguir hablando. Como buena podemita hablar se le da bien a Pam. Para Pam, lo importante es hablar, no el contenido del habla. Hace poco, Pam hizo un chiste sobre las rebajas de condenas de los violadores. Un chiste malo, porque Pam no tiene gracia, aunque las amigas de Pam hagan como que se ríen con los chistes de Pam. Una secre de estado siempre tiene gracia.
En el fondo a Pam lo que le importa es hacer daño.
Hace un par de días, Pam volvió a abrir la boca para opinar sobre el ex futbolista del Barça, Dani Alves. Según Pam, si Dani Alves declarara que es mujer le ocurrirían dos cosas. Primero, Pam explica, el crimen de violación del que se le acusa al futbolista brasileño sería menos grave al pasar a ser violencia “intra género”. Y lo segundo, sigue explicando Pam, es que Alves pasaría a una cárcel de mujeres. Allí, nos cuenta Pam, estaría a salvo de los otros reclusos, que, al parecer, no les tienen simpatía a los violadores. También Alves tendría acceso a un montón de mujeres para seguir violando. Pero eso, según Pam, daría igual porque ya sería un asunto “intra genero”.
Pero Pam está feliz sobre todo por el éxito de la ley Trans. Pam ha conseguido una ley que pueda terminar de destrozar la vida de cientos de adolescentes que ya lo tienen bastante complicado. Total, a ella ya le fastidiaron la vida en el colegio. Ahora les toca a los herederos de aquellos. Y si Pam se entera de que esa mujer violada por alguno violador liberado por su ley de Sí es Sí resulta ser una de aquellas que se reía de ella en el instituto, pues una alegría más que le da la vida. Y si Pam se entera de que aquel niño de dieciséis años ha decidido castrarse al amparo de la ley Trans es hijo del guapo de su clase que nunca la miró, pues no le cuento a ustedes el alegrón de Pam.
Pero Pam no se da cuenta que por mucha venganza contra el mundo que la ha ignorado y despreciado, Pam seguirá siendo un tía petarda y que cuando deje de ser secre de estado para pasar a ser secre tout court el mundo de Pam volverá a ser lo que siempre había sido y siempre será: un Mundo en el que Pam es ignorada y despreciada. Y por algo será. Esperemos que esta paréntesis de gloria en la vida de Pam acabe pronto y Pam vuelva rápido a su mundo de mierda. Del nunca debió salir.
El Circo Continúa…
José Luis Vilallonga
@JoseVilallonga