Un grupo internacional de paleontólogos acaba de publicar el hallazgo de un yacimiento con los restos de dinosaurio más grandes y completos excavados hasta ahora en Italia. Este descubrimiento ha permitido a los investigadores reescribir algunas hipótesis sobre cómo eran los ecosistemas terrestres en lo que hoy es el mar Mediterráneo.
En la era de los dinosaurios, hace entre 230 a 66 millones de años, lo que hoy es el mar Mediterráneo era un complejo archipiélago tropical con cientos de islas, la mayoría tan pequeñas que seguramente no podía albergar poblaciones de esos grandes saurios. O al menos esto es lo que se creía hasta ahora.
Hoy, un grupo internacional de paleontólogos liderado por Alfio Alessandro Chiarenza, de la Universidad de Vigo, y del que forma parte el investigador de la Universidad de Alcalá Juan López Cantalapiedra, ha publicado en la revista ‘Scientific Reports’ el hallazgo del primer yacimiento en Italia que alberga múltiples esqueletos de dinosaurios.
El lugar, Villaggio del Pescatore, se encuentra en el municipio de Duino-Aurisina, cerca de Trieste. Todos los esqueletos de dinosaurio encontrados, preservados de forma excepcional, pertenecen a Tethyshadros insularis, una especie de hadrosaurio o dinosaurio de pico de pato. ‘Son los restos de dinosaurio más grandes y completos excavados en Italia’, relata Chiarenza. En el yacimiento, además de estos hadrosauirios, se han encontrado peces, cocodrilos y pterosaurios.
Los increíbles hallazgos de Villaggio del Pescatore han permitido a los investigadores reescribir algunas hipótesis sobre cómo eran los ecosistemas terrestres en las islas de aquel archipiélago. Sabemos que las poblaciones de grandes animales que habitan islas durante un largo periodo de tiempo tienden a disminuir su tamaño, un cambio propiciado seguramente por la ausencia de predadores y la mayor escasez de recursos. Pues bien, hace poco más de una década, un espécimen muy pequeño de Tethyshadros encontrado en Villaggio del Pescatore (apodado Antonio) había llevado a los investigadores a interpretarlo como un caso de enanismo insular. Antonio viviría en una isla en mitad de un océano ‘proto-Mediterráneo’ llamado Tethys. ‘Sin embargo, los nuevos especímenes (por ejemplo, uno bautizado como Bruno, mucho más grande) confirman que Antonio era en realidad un individuo inmaduro, y que estos hadrosaurios no habían sufrido un proceso de miniaturization como se pensaba antes’, explica Matteo Fabbri, coautor del artículo.
Además, el equipo multidisciplinar ha podido datar el yacimiento con mayor precisión. ‘Con unos 80 millones de años, esta nueva edad abre la puerta a que el ecosistema preservado en Villaggio del Pescatore perteneciera a una masa de tierra conectada con otras partes de Europa y Asia’, señala Juan López Cantalapiedra, investigador de la Universidad de Alcalá y coautor del artículo. Tanto la evidencia geológica como paleontológica dibuja una reconstrucción del Mediterráneo diferente a la que se tenía.
‘Esta región no sólo estaba salpicada de islas, sino que lenguas de tierra emergida conformaban rutas migratorias que funcionaron intermitentemente, facilitando a grandes animales terrestres como los dinosaurios moverse entre Asia, África y Europa occidental a través de lo que hoy es Italia’, concluye Federico Fanti, que también participa en la investigación.
La nueva investigación enfatiza el papel que los nuevos restos encontrados en Italia tienen y tendrán en la reinterpretación del aquel antiguo archipiélago y sus faunas.