Esta semana me he llevado un alegrón. Me he alegrado mucho por Pedro Almodóvar. Porque Pedro también se habrá llevado una gran alegría. Efectivamente, el Índice de Competitividad Regional de 2022 de la UE anunció el martes pasado que Madrid es la región europea con la mejor sanidad. Desbancando a Estocolmo, nada menos. Navarra o Cataluña, las siguientes regiones españolas en el ranking, no llegan a integrar el top 100. A partir de ahora, Almodóvar, que se preocupa tanto por sus conciudadanos, podrá dejar de salir a la calle a manifestarse y podrá concentrarse en los suyo, que es hacer cine. Pero también podrá acudir con toda tranquilidad, cuando lo necesite, a la sanidad publica, sabiendo que le atenderán mejor que en cualquier otro sitio en Europa.
Claro que eso es suponiendo, que es mucho suponer, que Almodóvar utilice la sanidad pública y no la privada, como Carmen Calvo con su COVID. Claro que eso es suponiendo, que es mucho suponer, que a Pedro le importa la sanidad de sus conciudadanos. Claro que eso es suponiendo, que es mucho suponer, que Peeeedro se manifiesta a favor de la sanidad pública y no en contra de Isabel Díaz Ayuso., cómo lo hace la gran mayoría de los que salen a la calle con él, con MEMA a la cabeza.
Pero no necesitamos que esto nos lo diga la UE. Lo sabíamos desde hace ya mucho tiempo. Igual que lo saben perfectamente Pedro y MEMA. Y si no, pregúntenle a cualquier conocido que haya acudido a la sanidad pública madrileña. A mi viejo amigo Eduardo le han salvado la vida en un hospital público de Madrid no solamente gracias a la extraordinaria profesionalidad de los cirujanos que le han operado, si no también, y no es lo de menos, gracias al cariño y a la humanidad en el trato de todos los que se han ocupado de él.
El odio que despierta Isabel Díaz Ayuso es algo que merece estudio. No solamente la odian MEMA y sus podemitas, lo cual es perfectamente normal, ya que fue nuestra presidenta la que le mandó al podcast al Cheposo. No solamente la odian el PSOE y su enésimo candidato a la CAM, lo cual es perfectamente normal ya que Isabel va jubilando uno a uno a todos los socialistas pretendientes al despacho de Sol. No solamente la odian los de Vox, que, con Monasterio a la cabeza, se empeñan en votar igual que MEMA en la asamblea de la CAM. Pero es que también la odian en su propio partido, que intentaron calumniarla de la peor manera.
Esa mujer menuda, mediocre oradora pero sin pelos en la lengua y con las ideas muy claras debe ser muy mala para que la odien tantos. O muy buena para despertar tantas envidias. Me inclino por lo segundo, visto lo que la quieren los ciudadanos madrileños, que son los que cuentan. Y lo digo con conocimiento de causa ya que asistí en directo a la multitudinaria manifestación del año pasado en contra de Casado y en defensa de Isabel y fui uno del millón seiscientos veinte mil madrileños que votó por ella. Y me da la impresión que el próximo veintiocho de mayo vamos a ser aún más los que le vamos a confiar nuestro voto, porque ¿saben qué? El Índice de Competitividad Regional de la UE también ha colocado a Madrid a la cabeza de las regiones españolas, muy por delante de Cataluña y del País Vasco.
De verdad lo siento por MEMA y Pedro que deberán seguir muchos años manifestándose en vano. Si Pedro no fuera tan sectario, debería plantearse una película sobre Isabel. La verdad es que podría ser una chica Almodóvar.
Parafraseando a Mick Jagger, Pedro y MEMA podrían entonar el estribillo: Oh it’s hard to tell, it´s hard to tell, when all your hate is in vain.
Feliz Poisson d’Avril desde Biarritz
El Circo Continúa…
José Luis Vilallonga
@JoseVilallonga