Las elecciones generales del domingo podrían sumir a España en un bloqueo político ya que ni el Partido Popular ni el Partido Socialista tienen los escaños suficientes como para formar gobierno.
El Partido Popular ha ganado las elecciones generales con 136 escaños, 47 más que en 2019, mientras que los socialistas sumaron 122 escaños, 2 más que en 2019, lo que los convierte en la segunda fuerza política, aunque com más posibilidades de sumar apoyos para una investidura de Sánchez.
Esto se debe a que, en principio, ni la derecha ni la izquierda suman para asegurar una mayoría absoluta en la primera vuelta, o una mayoría simple en una segunda vuelta.
Vox se deja 19 escaños en estas elecciones y aún tiene 33 en el Congreso, mientras que Sumar, la coalición de izquierdas liderada por Yolanda Díaz, es cuarta con 31 escaños, cuatro menos de lo que ganó Unidas Podemos en los comicios anteriores.
Entre las fuerzas independentistas, ERC sufrió un duro revés al pasar de 13 diputados a siete, Junts per Catalunya perdió un diputado pero mantiene seis, EH-Bildu supera por primera vez al PNV con seis.
El BNG mantiene su único escaño, Coalición Canaria alcanza de nuevo un escaño, al igual que UPN que también ha conseguido uno, por lo que el nuevo parlamento estaría integrado por 11 partidos diferentes.
En la nueva configuración del Congreo, el bipartidismo gana peso
El resultado del 23J hace que el bipartidismo cobre mayor peso en el Congreso, ya que las dos principales fuerzas políticas, el PP y el PSOE han ganado escaños, dejando a Sumar y Vox por debajo de la representación que tenían.
Con 11 fuerzas de muy distinto signo político, se espera una legislatura donde la aritmética parlamentaria dificultaría aprobar o rechazar leyes.
Los 350 escaños se distribuyen de la siguiente manera: PP (136 escaños), PSOE (122), Vox (33), Sumar (31), ERC (7), JxCAT-Junts (7), EH Bildu (6), PNV (5), BNG (1), CC (1) y UPN (1).

En la nueva legislatura, que se abriría oficialmente el 17 de agosto, no estarán representados el Teruel Existe, PRC y Ciudadanos, que no se presentaron en estas elecciones, pero tampoco la CUP y Más Pais, éste último integrado en Sumar.
Aunque hay siete formaciones menos, el número de partidos sigue siendo alto, y solo Sumar ha reunido a unos 30 representantes de diferentes tipos de izquierdas.
El PP, con con 136 delegados es el partido que mayor incremento de escaños ha experimentado, 47 más que los 89 que obtuvo en la anterior legislatura. De hecho, casi ha alcanzado el nivel en el que obtuvo 137 escaños en las elecciones generales de 2016.
El PSOE resiste la embestida del PP
En el caso del Partido Socialista, con solo 2 diputados más, el resultado electoral es el mismo que en abril de 2019 o las elecciones generales de 2015, cuando consiguió 123 diputados, 1 más que hoy.
Vox, la tercera fuerza política, pasó de 52 diputados a 33, situándose cerca de Sumar lo que le convierte en la llave para aprobar leyes.
ERC ha pasado de 13 escaños a siete, mientras que la JxCAT tiene el mismo número de escaños que la anterior legislatura, con siete.
Sin embargo, el independentismo catalán pierde poder en el Congreso, ya que la salida de la CUP, sin representación, hace que ERC y JxCAT obtengan solo 14 escaños.
En el terreno del nacionalismo vasco, EH Bildu supera al PNV por un escaño, consiguiendo seis, uno más que en la anterior legislatura, mientras que el PNV pierde uno y se queda con cinco.
Por su parte, UPN, Coalición Canaria y BNG obtienen 1 escaño cada uno.