Este domingo, en toda España, cientos de miles de personas se han reunido en protesta por los acuerdos del PSOE para investir a Pedro Sánchez y contra la ley de amnistía, una convocatoria liderada por el PP. Las manifestaciones han sido una muestra de que «España no se vende», y algunos manifestantes han exigido la prisión para Puigdemont.
Las concentraciones se llevaron a cabo simultáneamente en las capitales de provincia al mediodía. Después de estas concentraciones, los manifestantes se dirigieron a las sedes del PSOE o a las delegaciones del Gobierno en cada ciudad para continuar con sus protestas.
En Madrid, decenas de miles de personas se congregaron en la Puerta del Sol y las calles cercanas, ondeando banderas españolas. En este evento, el secretario general del PP, Alberto Núñez Feijóo, afirmó que la mayoría de los españoles «ya no es silenciosa» en su oposición a la ley de amnistía y prometió que continuarán protestando «hasta que haya elecciones».
También participaron el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Vox se unió a la manifestación, con su líder, Santiago Abascal, acusando a Sánchez de liderar «un golpe de Estado» y prometiendo una «movilización permanente».
Dirigentes regionales del PSOE, como María Chivite, Adrián Barbón, Ximo Puig, Juan Espadas, Concha Andreu y José Vélez, han instado al PP a respetar el resultado electoral y condenar actos violentos, después de que varias sedes socialistas sufrieran actos vandálicos.
Las protestas se extendieron por todo el territorio español, incluyendo Barcelona, Andalucía, el País Vasco, la Comunitat Valenciana, Galicia, Murcia, Extremadura, Navarra, Baleares, Canarias, Castilla y León, Aragón, Asturias, Cantabria, La Rioja, y más.
Las manifestaciones reflejaron la preocupación de un sector de la población por los pactos políticos y la ley de amnistía propuesta en el país.