En los manuales de comunicación política no se encuentra la solución a los problemas de los ciudadanos, sino que se estudia la forma para que los mensajes de los partidos lleguen, de la forma más eficaz a la gente. Pero a veces, practicar una buena comunicación política no basta para conseguir un objetivo. Se necesitan dos condiciones fundamentales para encauzar el mensaje y llegar a buen puerto:
1º La existencia de un clima propicio para desarrollar la estrategia. El viento favorable que pueda hinchar las velas de tu causa hacia la idea de bienestar para la sociedad. Los periodos socialmente estables, de normalidad ciudadana, propician apoyos a opciones moderadas, obviamente legalistas y de reforma, donde la ruptura no tiene cabida. Opciones políticas donde la buena gestión y la transparencia constituyen los dos ejes en torno a los que gira el sentido político e ideológico del partido en cuestión.
Por el contrario, en situaciones donde los disturbios sociales, la inestabilidad económica y la restricción de derechos por una causa sobrevenida son una realidad, son las opciones radicales ( o radicalizadas) las que, eficazmente manejadas, encuentran un ecosistema más favorable para que su comunicación, su estrategia de convencimiento, sea más eficaz. Sistemas electorales concretos, favorecen una pluralidad de partidos o sistemas duales, como apuntaban Duverger o Michels, en sus estudios sobre proporcionalidad y oligarquías.
Diversos estudios sobre comunicación digital, estrategias de campaña, mensajes en la era de las redes sociales, ofrecen herramientas y vías de incidencia que, manejadas por gabinetes eficaces, generan campañas con el fin principal de obtener el poder. El manejo de los tiempos, el estudio de la opinión pública y la socialización marcan la diferencia, esa distancia que separa el éxito del fracaso, en pocas semanas, y condensado en un puñado de ideas fuerza que se instalan en el cerebro como un estribillo pegadizo que no se termina de ir.
2º Vientos potentes o ligeras brisas: los medios de comunicación como aliados en la causa. Es bueno recordar como a ciertos líderes se les atacó, en su momento, con el falaz argumento de un apoyo incondicional del IBEX 35. La consecuencia fue el repliegue inmediato de ciertos medios, para no quedar señalados por el dedo de lo políticamente correcto, y ante el ojo de Sauron del establishment. Estrategia, al contrario, la que se pudo ver cuando un presidente del gobierno declaró llamadas del presidente de una multinacional o presiones de un gran medio de comunicación para condicionar su estrategia política. ¿consecuencia? Movimientos de adhesión y acercamiento de estas organizaciones para evitar el señalamiento. Acción y reacción. ¿cómo se contrarrestan estas acciones de movilización política? Solo quedan la verdad y la paciencia, y como antídoto: otra campaña de comunicación a favor, si es que tienes el apoyo suficiente.
En las elecciones “sobrevenidas” del 4 de mayo de 2021, Ciudadanos ha tenido estos dos factores, claramente en contra, y otros donde el enemigo, literalmente estaba haciendo los destrozos, desde dentro de la propia organización. Ante tal disposición de frentes, los antídotos de la buena gestión, de tener el mejor candidato por preparación profesional y una oratoria cuidada y prudente, no son suficientes. Es más, penaliza.
Pero la verdad es incontestable, y los hechos, la mejor presentación para un balance de gestión impecable. Las consejerías donde Ciudadanos ha desarrollado su programa político, han tenido los mejores resultados en la mejora de la vida de la gente y del libre desarrollo de la sociedad, que han tenido nunca, en la historia de la Comunidad de Madrid; y todo ello, a pesar de los efectos de una pandemia que ha paralizado por completo, ese periodo socialmente estable, del que hablábamos al principio.
Y no es cuestión de aburrir con cifras y porcentajes a los lectores, que las hay, pero es esencialmente, en la forma de abordar los problemas y la eficaz manera de encontrar soluciones, donde Ciudadanos marca la diferencia. Los servicios sociales, el relanzamiento de la economía, la transparencia de las cuentas y de los contratos, una cultura de calidad y accesible, empatía para buscar la forma de ayudar a los emprendedores, rigor presupuestario medidas como la tercera hora de deporte en los colegios, y otras de impulso de la actividad física, el progresivo relanzamiento de las universidades madrileñas, mejoras y mayor presupuesto para el transporte y abordar los problemas de frente, como las viviendas afectadas por las obras del metro en San Fernando de Henares. Bueno, pues todo este abrumador bagaje, fue despedido y despachado, sin ni siquiera el agradecimiento de los servicios prestados, como por deferencia, se suele hacer en los decretos de cese. La estrategia de la anulación y la indiferencia comenzaba a funcionar, desde el inicio.
Pero no hay que resignarse. Hay que insistir. Existe un modelo de avance y progreso. El cambio del modelo de sanidad, hacia la excelencia, una concepción de la educación sin dogmatismos, buscando el máximo rendimiento de cada alumno y la mayor inversión en dotaciones. Un sistema tributario que, a diferencia de los demás partidos, unifica el impacto de impuestos bajos con servicios públicos eficaces. Libertad sí, pero auténtica en la libre competencia, sin crear lobbies. También para poder elegir cómo formar una familia o no prolongar la vida más allá de lo insufrible, para creer o para no creer, para no pensar que la prohibición soluciona aspectos delicados de la sociedad. En definitiva, para trabajar por una administración autonómica moderna, progresista, vanguardista, innovadora, sin dogmas y sin corrupciones. Ese es el modelo liberal de la política. Quizá el menos político de todos, en cuanto a la búsqueda de dominación o de poder frente a las personas y la libre asociación para la defensa de los intereses y los derechos, pero el más honesto y claro; el que puede mirar a los ojos directamente, y no aparta la mirada. Se achacó la victoria de Ayuso a la “fatiga pandémica” en un intento de obviar que en la ciudadanía también existe “fatiga sanitaria” “fatiga de pensiones” o “fatiga por desempleo”. Ahí es donde hay que generar energía y soluciones.
Nunca el odio, ni la división en bandos, ni las amenazas sirvieron para avanzar. Isaiah Berlin dijo una vez que escuchando al rival, y reflexionando acerca de lo que dice, se sacan mejores conclusiones que quedándose en tu ámbito de pensamiento.
En el año 2023, cuando se demuestre que la política va más allá de mensajes ocurrentes, lanzarse cifras y fallecidos, o violencia dialéctica, y las aguas revueltas se asienten y se pueda ver con claridad, se demostrará que la política útil, la del centro liberal, es la que facilita el progreso de las sociedades y la que da verdadero sentido a la palabra, libertad.
José Castillo
POLITÓLOGO Y COORDINADOR DE CIUDADANOS SAN FERNANDO DE HENARES.