Las investigaciones sobre este grupo -dedicado al robo con fuerza de locales comerciales- condujeron a los agentes hasta otros jóvenes que sustraían camiones y remolques con sus cargas completas
Ambos grupos eran liderados por un único individuo que siempre recibía una parte del botín aunque no participara en el robo y que gestionaba la “cesión” de los vehículos entre ambas organizaciones delictivas
Los arrestados siempre utilizaban vehículos de alta gama para “cargar” las máquinas de tabaco y con uno de ellos llegaron a recorrer 2000 kilómetros y cometer 13 robos en apenas una semana
Recuperados 16 vehículos de gran cilindrada, todos ellos con evidentes daños debido a su uso y violenta conducción, en los que los arrestados se tomaban instantáneas a 240 km/h alardeando de sus acciones
La desarticulación del grupo criminal ha ocasionado un descenso del 300% en ésta modalidad delictiva