Preséntate… ¿Quién es Yolanda Centeno?
Soy la directora de Imposible Decirte Adiós, un cortometraje que se estrenó hace 3 meses y ya lleva acumulado un buen número de selecciones en algunos de los festivales españoles más relevantes, además de selecciones internacionales importantes como Shanghai International Film Festival, Los Ángeles Short International Film Festival, Tirana International Film Festival o el Teheran International Film Festival. Recientemente he recibido el premio RTVA en el Festival Internacional de Islantilla. premio que ya recibí con mi thesis film, Zugzwang, rodado en Malibú, donde me gradué de un Master of Fine Arts in Filmmaking por la New York Film Academy.
¿Como entró Yolanda Centeno en el mundo del cine?
Desde los 16 años, rodaba cada verano un cortometraje. Cuando me gradué en Comunicación Audiovisual en Sevilla, mi tesis, un cortometraje llamado Nostalgia interpretado por Carlos Álvarez-Novoa y por Teresa Hurtado de Ory fue ya galardonado con el premio RTVA. Cuando me trasladé a la NYFA, tenía claro que quería aprovechar la experiencia al máximo, alternando el programa con mi estancia en Nueva York para rodar un par de cortometrajes también en una ciudad que me inspiraba mucho. A mi regreso a España, con la mochila cargada de guiones de cortos y largos, conocí a Tay Sánchez y me uní a su productora Harry, donde encontré el lugar en el que hacer crecer estas historias y rodar muchas otras de cine publicitario. Es una productora que cuida mucho lo que hace, trabaja con los mejores creativos, y me ofreció la oportunidad de tener los mejores recursos. A la hora de contar historias, me gusta también el formato del anuncio publicitario, que me ha dado la oportunidad de trabajar junto a un mundo creativo muy fértil. Mi guion Tras el Verano recibió el apoyo de la Comunidad de Madrid para desarrollo y fue seleccionado entre más de 400 proyectos por CIMA IMPULSA.
Pese a tu juventud ya has obtenido multitud de galardones en el mundo del cortometraje…
No he parado de rodar y de crear historias, es mi pasión. He explorado muchos caminos narrativos. Necesito contar historias que para mi signifiquen mucho porque soy una persona que me vuelco en los proyectos de manera muy radical. Y cuando lo pones todo, pues las historias que cuentas acaban recibiendo reconocimientos. Pero para mí el mayor premio que puede haber es que en cada festival haya alguien que diga que ha conectado con la historia de manera personal, que nunca se había visto reflejada esa temática en la pantalla y que están deseando ver la película, que quieren saber más de la historia. Y eso nos está pasando además tanto en “casa” como en culturas y países muy distintos al nuestro, con lo cual me emociona que algo tan personal sea a la vez tan universal y capaz de enganchar con gente de todas partes.
Hace pocas fechas Variety te eligió como una de las jóvenes directoras españolas de mayor proyección…
Fue una sorpresa muy grata. Llevo trabajando sin parar todo el año, pero que te destaquen sabiendo todo el talento emergente que ahora mismo hay en España, es un orgullo y un impulso muy agradecido.
Háblanos de tu último trabajo “Imposible decirte adiós”
Imposible Decirte Adiós es la antesala de Tras el Verano. Trata sobre un vacío legal que deja desprotegido un vínculo esencial y provoca una sensación de abandono en muchos menores, planteando la reflexión sobre qué es lo que de verdad cuenta, el ADN o los sentimientos.
Está recibiendo una acogida maravillosa en el circuito de festivales y estamos muy emocionados con ello. Fue duro sacar el proyecto adelante porque rodamos en un momento muy complicado con la pandemia y tomando decisiones críticas en el pico de la crisis sanitaria. No podíamos acercarnos al niño protagonista de nuestra historia (ya que la normativa no lo permitía en ese momento en la Comunidad de Madrid) al no poderle realizar pcr, pero no queríamos que eso afectase o deteriorase la historia. Encontramos, junto a mi co-guionista Jesús Luque y al apoyo de la productora HARRY, la manera de contar lo que queríamos sin que nadie reparase en esa separación física. Creo que se convirtió en algo más contenido, dándole un toque más realista incluso a ciertos momentos emotivos y más interesante aún.
Es una historia que explora también el territorio indefinido de hombres y mujeres que aterrizan en núcleos familiares donde ya existen hijos de matrimonios previos. Se crean situaciones muy confusas, de las que se ha hablado muy poco y que parecen tabú. Todavía seguimos en algunos imaginarios siendo madrastras-brujas y lo mismo le pasa a los padrastros.
¿Como surge la idea de este cortometraje?
Todo partió de la pregunta que me hizo el hijo de mi pareja, que siento como si fuese propio pero que obviamente tiene una madre (mi chico está divorciado). Una noche, al acostarlo, me preguntó que pasaría si un día su padre y yo también nos separásemos, si nosotros seguiríamos viéndonos. A priori quieres decir y garantizar que sí, pero en realidad estás a merced de la buena relación que puedas tener y de lo que “te dejen” verlo sus padres porque a efectos legales no eres más que una allegada. Puede existir un vínculo muy fuerte, donde se han asumido obligaciones, pero a nivel legal hay un vacío que no garantiza ningún derecho. Y los más frágiles en estas situaciones son los menores, que no tienen “voz ni voto”.
El casting es de muchísimo nivel…
Todos estuvieron muy comprometidos con la historia, interesándose por la realidad social que se visibiliza y dándose en cuerpo y alma en ensayos y en el propio rodaje. Hicieron un esfuerzo brutal para cuadrar agendas que no paraban de cambiar. Alexandra Jiménez leyó el guion y enseguida se subió al proyecto y eso fue maravilloso porque es una actriz con un talento descomunal y un nivel de entrega insuperable. Compartimos una visión del trabajo muy afín y fue un placer trabajar con alguien como ella. Y si tienes a dos ganadores de Goyas como Fele Martínez, capaz de llenarnos a todos de buena energía y a Ruth Gabriel, con quien sientes la química de una mirada para explicarle exactamente lo que buscas y ella, con las tablas que tiene, te lo da todo… Hemos sido muy afortunados. El reto estaba en el pequeño que interpreta a Dani, Darío Ibarra. Un niño que nunca antes había estado frente a las cámaras pero que hizo un casting impresionante. Y ya no dejó de impresionarnos en cada segundo que compartimos con él. Fue un hallazgo. Tiene un gran futuro por delante, lo que hizo tirando de instintos fue realmente extraordinario.
“Imposible decirte adiós” está logrando multitud de premios y nominaciones en festivales… ¿Le ves nominado a los Premios Goya?
Sería una gran ilusión muy grande para todos porque haría que el cortometraje, que estará próximamente disponible en Movistar, pudiese llegar a más gente. Es un reconocimiento muy importante, donde sabemos que hay competencia muy dura, pero sería maravilloso.
¿Tienes algún proyecto entre manos?
“Tras el Verano” es nuestro próximo proyecto, un largometraje que trata sobre el tema presentado en el cortometraje. Es un tema muy complejo donde en el corto no se pudieron explorar todas las capas que una situación así plantea. Pero para mí es un tema prioritario que necesito tratar en un formato que me permita profundizar más en el conflicto, en las consecuencias que implica y en las difíciles posiciones a los que los adultos y los niños se enfrentan. No es una película de buenos y malos, sino de seres humanos y de una sociedad que se ha adaptado en la práctica más de lo que lo ha hecho en el terreno de las etiquetas y de los prejuicios. Donde el concepto de familia muchas veces no da de sí cuando miramos a las familias que conforman a nuestra sociedad. Pero hay que mirarlas. Y reflejarlas.